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El mango, en todas sus variedades, tiene grandes cantidades de vitamina A,3​ es bajo en calorías y aporta al organismo antioxidantes, vitamina C y vitamina B5. Es apropiado para
el metabolismo de los hidratos de carbono y problemas en la epidermis. Es de muy fácil digestión.

El mango es muy rico en vitaminas A, C y E, de acción antioxidante, capaces de neutralizar los radicales libres responsables del envejecimiento y factor de riesgo de diversas enfermedades degenerativas, cardiovasculares e incluso algunos tipos de cánceres. Pulpa de unos 100 g cubre las necesidades diarias de vitamina C en un individuo adulto, el 30 % de las de vitamina A y el 23 % de las de vitamina E. La vitamina C interviene en la formación de los glóbulos rojos, colágeno, huesos y dientes y favorece la absorción del hierro presente en los alimentos, a la vez que refuerza el sistema de defensa del organismo frente a infecciones y alergias, reduce los niveles de colesterol yretrasa el proceso de envejecimiento de las células.

– Destaca el elevado contenido del mango en vitamina A y en betacarotenos, que se transforman en el organismo en vitamina A, conforme éste la va necesitando. La vitamina
A es esencial para una correcta visión, ayuda a conseguir un buen estado de la piel y mucosas, y previene de las infecciones respiratorias. El consumo de la pulpa de mango
puede ser una estrategia nutricional muy útil en la prevención de la ceguera causada por el déficit de esta vitamina en niños de los países en vías desarrollo. El organismo,
además, asimila mejor este nutriente gracias a la presencia de vitamina E, que protege a la vitamina A de su oxidación en el intestino y en los tejidos.

– Presenta asimismo pequeñas cantidades de vitaminas del grupo B, como la tiamina (B1), la riboflavina (B2) y piridoxina (B6), necesarias para el buen funcionamiento del
sistema nervioso, la salud de la piel y el cabello, así como para la síntesis de aminoácidos y el metabolismo de las grasas, entre otros. De esta manera, comer mango ayuda, en
cierto modo, a prevenir la caída del cabello, alivia o previene los problemas de la piel, la debilidad muscular y los trastornos de origen nervioso.